El estilo industrial en la decoración de interiores

Año tras año en el sector de la decoración se buscan novedades con las que romper con los interiores más convencionales. Sin duda, el público joven es uno de los más agradecidos cuando se habla de nuevas tendencias. Quizás esto se deba a un intento de huir de estilos que les evoquen a su infancia. De ahí que el industrial haya tenido y continúe teniendo tanta acogida entre las nuevas generaciones.

Este estilo destaca por su capacidad para conseguir una estética que abraza el equilibrio entre funcionalidad, calidez y belleza. Podríamos definirlo como una mezcla de formas orgánicas y de ingeniería audaz, con un fuerte carácter refinado.

Aunque tengamos la sensación de que hablamos de un estilo que acaba de nacer, tiene su origen en la arquitectura típica de la industria.

Después de la II Guerra Mundial, muchos ciudadanos e inmigrantes llegaron a Nueva York en busca de nuevas oportunidades. Los altos costes de las viviendas impulsaron que las viejas naves, las fábricas e incluso los garajes fuesen convertidos posteriormente en hogares habitables fáciles de costear.

Resulta increíble ver cómo viviendas que eran consideradas de la clase baja y la antítesis del glamour se convierten hoy en tendencia.

Tenemos que pensar que por aquel entonces, en plenos años 50, ni siquiera era un estilo. Surgía fruto de una necesidad que daba una nueva vida a almacenes o fábricas.

En esencia, el estilo industrial reconvierte espacios, sin pretensiones y con un gran atractivo visual, que viene marcado por ciertas características propias de este tipo de construcciones. Las estructuras de ladrillos vistos o piedra, los materiales como el hierro o el acero acompañados de elementos de madera, las tuberías o los conductos vistos,  marcan este estilo.

Existen algunas variantes más modernas de este tipo de decoración que incluyen acentos en tonos cobre, pero sin duda, el estilo industrial a grandes rasgos resulta atemporal, moderno, sobrio y urbano.

TIP: Recuerda, antes de iniciar cualquier proyecto de decoración de interiores es importante que te tomes un tiempo de reflexión y búsqueda de inspiración. Hacer este ejercicio te servirá para posteriormente tomar las decisiones más acertadas en cuanto a tus gustos y necesidades.

¿Te gusta el estilo industrial pero no sabes por dónde empezar?

Hoy te explicaremos cómo conseguir una decoración industrial a través de elementos característicos del estilo. Continúa leyendo, tenemos algunos consejos que seguramente te vendrán de perlas.

Una vez que empieces con tu búsqueda de inspiración, te darás cuenta de que se trata de un tipo de decoración muy versátil, que combinada con casi cualquier otro estilo te dará como resultado un estilo ecléctico con mucho carácter.

Las claves de la decoración industrial

Aunque en cualquier estilo haya ciertas libertades a la hora de componer los espacios, existe una serie de características que se deberemos cumplir si queremos lograr una decoración industrial que no pierda su esencia.

El famoso “concepto abierto”

Cuando nos imaginamos el espacio industrial ideal, en seguida nos vienen a la cabeza imágenes de los clásicos loft urbanos, presentes en múltiples series y películas americanas.

Tal y como dijimos anteriormente,  la decoración industrial nació de la adaptación de las antiguas fábricas, por lo que no es sorprendente que esta sea una de sus características. Sin duda, este es el hecho por el que se buscan recrear esos espacios sin barreras visuales. El objetivo: ganar esa sensación de amplitud que nos brindan los espacios completamente diáfanos.

TIP: Mantén el flujo de paso del espacio lo más despejado y amplio posible, ganarás una mayor sensación de amplitud.

Los materiales definen

La elección de los materiales es un punto fundamental en el estilo industrial ya que son parte de la esencia fundamental del estilo, si tuviésemos que resumir diríamos que los materiales icónicos de este estilo serían los metales, la madera, el ladrillo, el cemento, el cuero y el cristal.

Todos estos son materiales urbanos, que recuerdan a esas fábricas de los años 50 de Nueva York, espacios abiertos, bohemios y sobrios. Recuerda los ladrillos rojos tan característicos de sus paredes…

Sin duda quien no quiera equivocarse al diseñar un espacio industrial terminará recurriendo al metal, desnudar las estructuras, focalizar las vigas o las columnas de hierro hará que esos elementos estructurales destaquen, pero esto no solo aplica a la estructura sino también al mobiliario.

TIP: Aunque el hierro sea el metal por excelencia del estilo industrial en la actualidad el uso del acero inoxidable ha cogido fuerza y casa a la perfección, aportando una visión contemporánea.

Nuestra recomendación sea cual sea el material es que se utilice en su estado puro, en el caso de las maderas por ejemplo estas han de estar sin pinturas, ásperas, incluso con aspecto desgastado.

Los colores industriales

Una de las primeras cosas que notarás en los espacios industriales es que no hay muchos toques de colores vivos. En cambio este es un estilo marcado por los tonos neutros, el blanco, los grises, beige y por supuesto el negro, este último no puede faltar.

Úsalo como color de acento si no quieres darle un protagonismo excesivo, pero si algo hay que destacar es que el estilo industrial es el estilo de los colores sobrios, no hay lugar para los tonos llamativos o brillantes.

TIP: Ten en cuenta que la decoración industrial busca sacar hacia fuera el espíritu interior de cada vivienda por lo que aprovechar los materiales naturales y sus colores es una muy buena opción.

Si quieres profundizar más en el mundo del color y escoger sin lugar a equivocación los colores para tu próximo proyecto, puedes hacerte con unos pequeños trucos que encontrarás aquí.

Luces, cámara, acción

Si hablamos de iluminación como en cualquier proyecto de interiorismo debemos de tener en cuenta todas las entradas de luz que intervienen en el espacio.

Tanto la luz natural como la luz artificial juegan un papel fundamental en la decoración industrial.

Como ya comentamos anteriormente este estilo tiene su origen en las naves industriales, de ahí que los grandes ventanales tengan tanta presencia y sean uno de los elementos más característicos de este estilo, aportando una gran entrada de luz natural que aporta calidez y amplitud al espacio.

En el caso de la luz artificial hemos de destacar que predomina la iluminación que va directamente colgada del tendido eléctrico, las grandes lámparas de metal, los focos de cine o las bombillas vistas son un clásico de este tipo de decoración, por lo que contar con lámparas que caen directamente del techo es un plus.

No te olvides de tener suficientes puntos de luz para que el espacio quede lo suficientemente iluminado en los días grises. Ten en cuenta que los colores que se emplean en la decoración industrial, son generalmente oscuros.

Todas estas opciones aportan al espacio mucha personalidad, si lo complementamos con lámparas de pie que vayan a juego con el resto de mobiliario tendremos un espacio fuera de lo normal.

TIP: Atrévete e incorpora tuberías a la vista como pasacables para tus puntos de luz. Lograrás un look muy industrial y además los tienes en múltiples colores. 

Piezas icónicas y mobiliario

Si hay un recurso que jugará a nuestro favor para conseguir ese ambiente industrial que tanto queremos son los muebles. Es una de las partes más importantes de la decoración industrial junto con la iluminación.

A la hora de decidir qué muebles incorporar, debemos de tener especial cuidado y seleccionar bien los materiales de estos. Todo ello sin dejar de lado el hecho de mezclar lo viejo con lo nuevo.

Por lo general los muebles que se incorporen serán de madera, metal y cuero, tres de los materiales principales que definen al estilo industrial.

La mezcla de metal y madera da unos resultados increíbles, fíjate en que la madera resulte áspera, desgastada, parecerá que nos cuenta una historia. Por otro lado, en cuanto a la parte de metal el acabado que elijas jugará un papel fundamental.

Si lo que buscas es un aspecto más vintage opta por que este tenga un acabado cepillado, mientras que si lo que buscas es un espacio super tendencia el acero te hará conseguirlo. Fíjate en las icónicas sillas Tolix, respiran un look industrial muy top.

En cuanto a los muebles con cuero nos es imposible mencionarlo sin hacer referencia a un icono como lo son los sofás chester. Si estos tienen uso y se ve el cuero desgastado habremos incorporado un elemento clave a nuestra decoración.

Resumen y pensamientos finales

  • Elimina barreras y abraza el concepto abierto, ganarás amplitud.
  • Utiliza colores neutros e introduce alguna pared con un color oscuro de acento. El negro será tu mejor aliado.
  • Di sí a los grandes ventanales y a la introducción de numerosos puntos de luz.
  • Mezcla y combina materiales en tus muebles y decoración. La madera, el metal, el ladrillo visto, el cuero y el cristal son apuesta segura.
  • Introduce alguna pieza icónica que aporte carácter al espacio, lograrás una decoración industrial muy auténtica.

Como acabas de ver, el estilo industrial no es cosa de las antiguas fábricas, de los almacenes antiguos de Nueva York, ni exclusivos del cine. Aplicando estos pequeños trucos como guía podrás recrear esta estética en cualquier espacio, esté donde esté.

Una de las razones por la que tanta gente se ha enamorado del estilo industrial está en el hecho de que nos permite abrazar la belleza de lo antiguo sin dejar de disfrutar de las comodidades modernas.

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