En el post de hoy te contamos todo sobre la encuesta que hemos hecho en Escuela Madrileña de Decoración. Los ciudadanos quieren realizar obras en sus viviendas tras la pandemia. Y nuestra directora, Raquel Simón, destaca que “la importancia de que las casas reflejen la personalidad de sus habitantes. Una vivienda bien diseñada genera emociones positivas, impulsa la creatividad y mejora nuestra calidad de vida”
Las limitaciones y restricciones generales de la vida social ha hecho que muchos de nosotros seamos más conscientes de las necesidades de nuestra vivienda y que esto haga que optemos por renovar o comprar muebles.
Así lo demuestra claramente la encuesta que hemos realizado en colaboración con Barlovento “Cambios en las viviendas en 2020 y perspectivas para 2021” del 16 al 23 de diciembre de 2020. 1.203 encuestas online entre 25 y 70 años. Según nuestra encuesta, un 63% han echado en falta alguna mejora en 2020, coincidiendo con la pandemia. Uno de cada cuatro cita más espacio, una terraza o un balcón; un 20%, mobiliario adecuado para trabajar; un 15,7%, un espacio propio, no compartido, para teletrabajar; un 13,4%, menos ruido; un 7,5%, mejor iluminación artificial y un 4,7%, una mejor ventilación.
Nuestra encuesta revela que un 20,1% de los ciudadanos realizó obras en sus viviendas durante 2020
En cuanto a los motivos señalados, por los que no han hecho obras, un 63,4% respondió que no lo necesitaba, frente a un 19,8% que adujo falta de dinero; un 4,6%, falta de tiempo; un 3,1% admitió no gustarle y un 1,6% señaló que no sabía cómo hacerlas. Un 12% piensa hacerlo más adelante.
Para el 2021, la reforma de viviendas seguirá siendo uno de los principales gastos, ya que el 32,3% de personas dijo tener la intención o continuar realizando estas tareas. Entre los que dijeron que no lo hicieron en 2020, el 75,5% está considerando asumir el costo este año.
Entre los que les gustaría comenzar una reforma, un 46,4% se decanta por actualizar la pintura; un 35,6%, los baños; un 34%, la cocina; un 29,4% elige cambiar los suelos; un 28,1% modificar la decoración; un 11,9% cita la iluminación general y un 9%, la mejora de su aislamiento acústico.
Sobre el presupuesto de esas obras, un 53,4% considera razonable invertir menos de 5.000 euros; un 37,1%, entre 5.000 y 15.000 euros; un 6,4% entre 15.000 y 25.000; y un 3,1%, más de 25.000 euros. En este caso, se producen diferencias significativas por edades. El porcentaje de los que ven razonable gastar menos de 5.000 euros sube hasta el 58,2% entre los menores de 44 años; y hasta el 61% entre los mayores de 65. Entre los más mayores, crece al 4,9% los que están dispuestos a invertir más de 25.000 euros en la reforma de su hogar.
Por otra parte, un 32,9% admite haber comprado muebles en 2020. Entre los 25 y los 34 años ese porcentaje se incrementa hasta el 47,3%. En cuanto a los objetos comprados, un 47,7% declara elementos destinados al almacenamiento; un 36,9%, material de oficina; un 32,6%, estanterías y un 24,7%, lámparas. Por edades, los más jóvenes se han decantado por muebles para almacenar y de oficina, mientras que los mayores de 55 han optado mayoritariamente por renovar los sofás.
Al mismo tiempo, el encierro provocado por la pandemia hace que nuestras casas hayan quedado sobreexpuestas, Interiorismo vs. Pandemia. Ya sea a través del teletrabajo y la formación, o como una forma de actividades de ocio, la causa debe encontrarse en la proliferación de videollamadas. Según la encuesta, en 2020 el 54,1% de los ciudadanos de entre 25 y 64 años ha realizado teletrabajo o recibido formación online, lo que hoy llamamos Blended Learning. Entre los ciudadanos que no trabajan de forma remota, el 73,8% admitió realizar videollamadas para mantenerse en contacto con familiares o amigos, y esta proporción se elevó al 80% entre las mujeres. Con estos datos sacamos en claro que los ciudadanos quieren realizar obras en sus viviendas tras la pandemia.
El salón ha sido el espacio mayoritariamente elegido para teletrabajar durante la pandemia (53,1%), seguido del despacho (35,9%) y el dormitorio (23,9%). La cocina ha sido utilizada por un 5,4%. Las mujeres han optado mayoritariamente por el salón (57,5%) y los hombres por el despacho (41,8%).
Un 37,6% del total (teletrabajo y ocio) admite que ha prestado atención a la imagen que ofrecía su casa en esas conexiones por vídeo
De los que han teletrabajado, un 46,9% admite que les preocupaba la imagen que se veía al fondo. Las diferencias entre teletrabajo y ocio son notables, pues esa atención a la imagen cae al 26,3% entre los que han utilizado las videollamadas solo para contactar con familiares y amigos.
Un 32,3% del total de los ciudadanos que ha usado el teletrabajo o las videollamadas por ocio admite haber hecho algo para modificar el espacio al alcance de la cámara. Las mujeres (34%) han efectuado más cambios. El porcentaje sube más de ocho puntos entre los que los que han trabajado desde sus hogares: un 40,9% de ellos admiten haber realizado algún cambio para mejorar la imagen que mostraban en esas conexiones, porcentaje que baja al 21,8% en los que solo han hecho videollamadas por ocio.
El apoyo de un interiorista/decorador
Coincidiendo con el deseo de cambio de los hogares, los resultados de la encuesta revelan que la decoración y el interiorismo cobran una importancia creciente.
Los ciudadanos quieren realizar obras en sus viviendas tras la pandemia. Casi la mitad de la totalidad de los encuestados (48,2%) dice que, si tuviera que reformar su vivienda, le gustaría contar con el asesoramiento de un interiorista o decorador. El porcentaje sube al 52,7% en el caso de las mujeres, y es también superior entre los menores de 54 años.
De aquellos a los que les gustaría contar con un interiorista, un 67,9% esperaría que se ocupara de todo, desde la idea estética hasta la contratación de los profesionales y la búsqueda del mobiliario, sin diferencias significativas por edad o sexo.
Al contratar a un profesional del interiorismo, los aspectos más valorados son unas tarifas flexibles (74,3%), sus trabajos anteriores (57,2%) y una formación acreditada (19%). Un 9,8% declara que, si la propuesta le gusta, no le importa que exceda su presupuesto. Los hombres valoran más que las mujeres la formación (26,7%) mientras las mujeres se decantan por tarifas flexibles (77,5%) y trabajos anteriores (61,7%).
El gusto por la decoración y el auge de los profesionales del interiorismo y la decoración, ya sea en espacios privados, profesionales o comerciales, tiene asimismo su reflejo en la encuesta. Un 23,1% de los encuestados declara que le gustaría formarse como decorador, porcentaje que alcanza el 31% entre las mujeres y entre los que tienen de 25 a 44 años.
Valoración de Raquel Simón, fundadora y CEO de Escuela Madrileña de Decoración
Para Raquel Simón, directora general de la Escuela Madrileña de Decoración, los resultados muestran la importancia de la ciudadanía para la vivienda y su voluntad de realizar esfuerzos económicos para mejorar la vivienda.
Simón cree: “es importante que las viviendas reflejen la personalidad de sus habitantes, adaptándose a cada tipo de vida: si recibimos habitualmente a amigos y familia, si teletrabajamos, si tenemos o no hijos o animales domésticos. Una vivienda bien diseñada genera emociones positivas, impulsa la creatividad y mejora nuestra calidad de vida”.
Respecto a la preocupación de muchos trabajadores remotos por la imagen de fondo en la videollamada, nuestra directora confirmó que “esa atención está plenamente justificada. Vivimos en un mundo muy visual y hemos comprendido que nuestra vivienda debe ser una proyección de nuestra personalidad. Por eso, esa imagen no hay que dejarla al azar ni considerarla algo secundario.