Para empezar, podríamos decir que el estilo Kitsch kɪtʃ sería lo opuesto al minimalista. Este estilo se caracteriza por destacar en el predominio del color y las formas, así como los elementos llamativos. Si este estilo tuviera un lema sería “más es más”. Su origen se remonta a figuras como la de Walter Benjamín, Theodor Adorno, Hermann Broch y Clement Greenberg a principios del silgo XX. En aquella época, en el arte, lo kitsch se percibía como un peligro para la Cultura.
El kitsch es algo más que un movimiento decorativo. Es un estilo que ha creado escuela y que puede llegar a resultar extravagante incluso, con colores predominantes como el rosa chicle, azul cielo, verde manzana y rojo.
Falsos escudos nobiliarios, mesas y estanterías llenas de figuritas que pueden no tener ninguna relación entre ellas o ser puro amor por el coleccionismo y destacar por seguir una temática. Colores con mucha potencia combinados entre sí en textiles y paredes, una amalgama de formas y colores difícilmente combinables en otros estilos.
La moda kitsch en la decoración no ha aparecido como un hecho aislado y tampoco es un fenómeno de ahora, aunque hay que reconocer que en este momento se encuentra en la cresta de la ola, sobre todo por cierto revival retro. En la adinerada burguesía de Múnich, Alemania, este estilo se comenzó a fraguar popularidad en el siglo XIX, entre 1860 y 1870.
En la decoración se crearon piezas estrambóticas, como chimeneas de más de tres metros de altura, espejos gigantescos con marcos de falsa madera tallada o cuadros idílicos de antepasados. Se llegó incluso a comprar antiguos castillos europeos que se trasladaban piedra a piedra a los Estados Unidos. Incluso a comprar títulos nobiliarios en subastas.
El estilo kitsch es divertido y colorido. Permite concentra en un único espacio piezas de mobiliario y elementos decorativos de diferentes estilos, pues es un estilo que no piensa en el conjunto sino en el objeto o forma de manera individual. Este es el éxito de la industria que lo crea. Lo ideal para conseguir este efecto en la decoración de interiores es la combinación de estampados y objetos llamativos.
Se pueden encontrar objetos o estampados modernos y antiguos al mismo tiempo. Junto a ellos, elementos divertidos que no tienen ninguna utilidad que no sea la estética. Las texturas que pueden utilizarse son variadas. Por ejemplo el alambre, pieles sintéticas, el cristal, el plástico, el papel siempre muy colorido, etc. Los muebles admiten todo tipo de formas extrañas.
Hay quien opina que es un estilo antiestético o de gusto vulgar. Lo cierto es que, como estilos como el barroco u otros, haciendo un buen trabajo de decoración e interiorismo se pueden conseguir espacios muy interesantes, muy usado en la industria cinematográfica.
Vamos a ver algunos ejemplos. Esta vez de la mano de dos de los personajes más populares de nuestro país: Alaska y Mario. Una pareja muy interesada desde hace años por este estilo, adictos al coleccionismo y la decoración, que viven en un piso muy kitsch en pleno centro de Madrid.
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Fotos Pinterest
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Como siempre super claras las explicaciones! Ahora si puedo decir que se lo que es el estilo Kitsch!!
Gracias Cintia 🙂
Muy interesante me párese un estilo muy divertido.
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