En las primeras décadas del siglo XX, Europa se convirtió en el terreno experimental de los grandes artistas que han marcado nuestra historia. El arte se convirtió en un importante tema de debate originado por las teorías artísticas que defendía el arte abstracto frente a la figuración. Mientras que en Francia, España, Italia y otros países centroeuropeos se centraban en esta cuestión, los artistas rusos optaron por dar un paso hacia una faceta más social. Este cambio radical se convirtió en el germen de la Vanguardia Rusa.
La Revolución de Octubre de 1917 supuso la ruptura definitiva con el clasicismo y un nuevo comienzo y formar de entender el arte. La Vanguardia Rusa, como se denominó este periodo creativo, abarcaría todas las ramas del arte: pintura, escultura, teatro, cine, cartelería… y por supuesto, arquitectura, decoración y diseño. ¿Sabes que muchos de los objetos de diseño -muebles, piezas decorativas-que nos parecen de lo más moderno, tienen su origen en este periodo artístico? Por eso, hoy queremos mostrarte cuáles fueron las mejores creaciones de la Vanguardia Rusa que transformaron para siempre la decoración y el diseño.
El Lissitzky (izquierda) y Aleksandr Ródchenko y Varvara Stepanova (derecha)
Arte en Revolución
Tras la Revolución de 1917, una nueva corriente de pensamiento surgió con fuerza y se extendió a todos los sectores, incluyendo el arte y el diseño. Rusia, que hasta antes de la I Guerra Mundial había participado de las tendencias artísticas más importantes de Europa como el cubismo y el futurismo, decidió enfocar al arte a una faceta más social.
Los artistas comenzaron a buscar nuevas formas de expresión artística acordes con el nuevo orden: las necesidades del proletariado. De esta forma, se comenzó a diseñar y crear arte y arquitectura productiva y utilitaria.
Todo objeto artístico creado se enfocaba a un consumo accesible. El arte ya no explicaba el mundo, sino que se involucraba en él.
Este cambio de paradigma provocó la aparición de un nuevo consumidor social. Por fín el pueblo, tenía acceso al arte.
La Vkhutemas: la «Bauhaus rusa”
En 1920, por decreto del gobierno soviético, se creó la Vjutemás o Vkhutemas: unos talleres de Enseñanza Superior de Arte y Técnica, a modo de escuelas estatales de arte y diseño. Situados en Moscú, compartían el mismo espíritu didáctico y a la vez rupturista de la Bauhaus, que justamente había comenzado su andadura un año antes. Su objetivo era el de formar artistas-artesanos que sirvieran de apoyo a la industria.
Las Vkhutemas, que partían de las bases teóricas de las vanguardias europeas, serían el mejor ejemplo de este nuevo concepto de arte y diseño en la sociedad socialista.
1920, aula-taller de las Vkhutemas donde los alumnos exponían sus diseños.
Durante el tiempo que estas escuelas estuvieron en activo, la producción soviética aumentó de manera considerable. La fabricación iba desde elaboración de vajillas y menaje artístico-propagandístico, mobiliario destinado a las zonas de trabajo, nuevos diseños de calzado y ropa de trabajo o juguetes para niños, hasta la realización de una nueva imagen para la decoración de los centros educativos, los museos y los teatros.
Nuevos diseños inspiradores de la Vanguardia Rusa
Los Vkhutemas tuvieron un papel decisivo para el desarrollo del Constructivismo, movimiento en el que se basaron las bases de la enseñanza de estos centros. La utilización de formas abstractas, la creación de diseños funcionales, el uso de materiales económicos (madera contrachapada, tubo de acero) y la desaparición, casi completa, de los elementos decorativos, se convirtieron en los principios del diseño de la Vanguardia Rusa.
El campo del interiorismo y el mobiliario tuvo como principales representantes a Alekxandr Ródchenko (1891 – 1956) y a Vladimir Tatlin (1885 – 1953).
Hay mencionar que, en el caso del interiorismo, la mayoría de los proyectos y propuestas por parte de los artistas eran ideas irrealizables. ¿A qué se debe esto? En aquellos años la Unión Soviética carecía de una infraestructura industrial ya que aún un alto porcentaje de su economía era rural. Sin una industria potente y acorde a las nuevas necesidades, muchos diseñadores y arquitectos vieron frustradas sus propuestas y, por ello, la mayor parte de estos proyectos se quedaron como prototipos y maquetas.
Pese a las adversidades, queremos mostraros un proyecto que sí se llevó a cabo y que es digno de mención. Con motivo de la Exposición Internacional de Artes y Decoraciones Artísticas Modernas celebrada 1925 en París, el gobierno soviético vio la oportunidad de mostrar al mundo los avances y novedades de sus artistas. Este encargo recayó en el arquitecto Konstantin Melnikov (1890 – 1974), que realizó un pabellón que destacó sobre los demás por su innovadora estructura minimalista y el diseño económico de sus materiales. Completaban el conjunto los grandes ventanales cuadriculados, acordes con su estructura geométrica, y una escalera al aire libre colocada en la parte lateral.
Diseño y original del Pabellón soviético en la Exposición Internacional de Artes y Decoraciones Artísticas Modernas de 1925 en París, realizados por Melnikov.
El interior del edificio no se queda atrás en cuanto a diseño se refiere. Completa el conjunto el “Club de trabajadores” creado por Ródchenko. Un espacio diseñado por y para el ocio del pueblo donde tendrían, por fin, acceso a nuevas formas productivas de pasar su tiempo de ocio: mesas de ajedrez, biblioteca y zona de lectura, etc.
Club de trabajadores (Worker’s Club) diseñado por A. Rodchenko para el Pabellón soviético de la Exposición de 1925.
Diseños y originales para Mesa de Ajedrez (Chess table) de A. Rodchenko para el ‘Club de trabajadores’ de 1925.
Al final, la propuesta soviética, que contrastaba significativamente con otros pabellones de líneas más clásicas, fue la ganadora del Grand Prix. A partir de ese momento se convirtió en un referente para el resto de países y diseñadores.
Pasamos ahora al mobiliario. Para el diseño de nuevas piezas y objetos destinados a los hogares del pueblo, lo primero que se tuvo en cuenta fue su viabilidad y que fueran asequibles. De nuevo, este compromiso social del arte fue lo que motivó la exploración de nuevos materiales. Contrachapados, acero y otros de carácter industrial, fueron los elegidos para realizar los diseños ya aunaban economía y durabilidad.
El nuevo diseño de mobiliario se basó en el funcionalismo geométrico.
Mesas, sillas y el resto de mobiliario básico de las viviendas debían ser, además, piezas útiles, alejadas de la excesiva decoración burguesa. De esta forma, se hizo un énfasis especial en el uso de la geometría y los volúmenes para los diseños.
Aleksei Galaktionov (1906 – 1962), que fue estudiante en las Vkhutemas, creó una cama “plegable” que, una vez doblada, se convertía en una mesa. Con una estructura metálica, las bisagras centrales permitían doblar la cama por la mitad y que el cabecero y el piecero se plegaran hacia dentro, quedando una “caja” cuya superficie hacía las veces de mesa de comedor.
Reconstrucción y fotografías de los “diseños-combinados” de A. Galaktionov publicados en la revista Constructivista Lef.
A continuación puedes ver otros diseños de mobiliario diseñado en esta época. Sus formas limpias, sencillas y geométricas han convertido muchas de las piezas de esta época en iconos de estilo atemporal.
Conjunto de sillas y mesas, diseño de Nikolai Suetin, 1924.
Diseño y original de la Silla Tatlin (Tatlin Chair), de 1927, llamada así en homenaje a su autor.
Además de la producción de mobiliario, hay que mencionar la fabricación de piezas de cerámica en este período, típica de las Vanguardias Rusas. La cerámica soviética se caracterizaba por su decoración basada en motivos suprematistas, es decir, formas geométricas de colores vivos sobre un fondo blanco y plano. La decoración de estas piezas con estos motivos producía una impresión de dinamismo y modernidad. En estas piezas también se aplicó la máxima del diseño del mobiliario -las formas geométricas-, dando como resultado tazas, platos, teteras y otras piezas cuyo diseño nos sigue pareciendo de lo más actual.
Tetera-reloj y conjuntos de tetera y tazas de K. Malévich.
Diseños de teteras, platos y tazas de N. Suetin.
El final del diseño ruso de vanguardia
En 1930, el espíritu experimental del Constructivismo ruso se topó con el estalinismo. A partir de ese momento, los artistas de este movimiento comenzaron a ser marginados en pro del estilo artístico que se convertiría en el oficial de la Rusia soviética: el realismo socialista, un estilo mucho más conservador y académico. Con el tiempo las Vkhutemas -que incluso pasaron a denominarse Vkhutei (Institutos)-, cedieron ante las presiones políticas y se clausuraron en 1930.
Sin embargo, pese a su corta vida, la importancia de las Vkhutemas no se centra sólo en su época. Al igual que sucedió con la Bauhaus, estos centros fueron algo más que una escuela de arte y diseño soviética: su influencia abrió una nueva vía para la enseñanza artística y el desarrollo del diseño actual.
Su legado fue muy importante en el diseño de la segunda mitad del siglo XX. Movimientos como el Estilo Internacional (conocido como Racionalismo a partir de 1945), el Organicismo, el Estilo Escandinavo o el Funcionalismo de los años 60 y 70, bebieron de los avances y diseños de las vanguardias rusas.
Fotos: Pinterest
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